Enfrentarse a un tratamiento oncológico es difícil, y por supuesto, tiene efectos secundarios.

Hoy, os queríamos hablar de algo que apenas se sabe y es cómo cuidar la piel durante el proceso.

Lo primero que debes saber, es que es muy común que la piel se reseque y que se produzcan alteraciones cutáneas. Además de seguir las indicaciones médicas, desde NAÁY te brindamos algunos sencillos consejos para que tu piel durante el proceso se encuentre más nutrida, hidratada y flexible:

  • Usa productos aptos para pieles sensibles.
  • No olvides tu protector solar. Elige filtros minerales.
  • Evita activos agresivos como el retinol y derivados así como despigmentantes.
  • Hidrata la piel mañana y noche con activos naturales nutritivos y reparadores. No te olvides de nutrir los labios.
  • Evita productos perfumados.
  • En cuanto a la higiene corporal, duchas cortas, con agua tibia y secar a toques, sin frotar. Lo ideal son los geles de ducha sin sulfatos.
  • Limpieza facial con limpiadores suaves, libres de sulfatos.
  • Por último, para el cuero cabelludo, champús de uso frecuente suaves y lavados a demanda.

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